El proceso de trabajo comienza con la utilización de perfiles de aluminio para realizar las maquetas, un sistema que genera un número de combinaciones infinitas.
Siempre nos han fascinado los lipogramas, que son los textos en los que se omite sistemáticamente una letra. Esta limitación supone un esfuerzo para buscar el léxico apropiado. También nos encanta el ejemplo de los Desnudos Azules, la famosa serie de obras de Matisse en las que cuando su salud estaba deteriorada decidió simplemente recortar con unas tijeras unos cartones que previamente había pintado de azul, utilizó esta técnica de collage cuando ya era imposible que sus manos respondieran al pincel, el resultado es conmovedor.
En ocasiones estos limites no siempre autoimpuestos favorecen la creatividad. Con este espíritu de limitar los recursos nacen una serie de proyectos cuyo primer ejemplo es la vivienda N160. En esta serie de viviendas el punto de partida es una combinación de espacios extrusionados en el que las partes abiertas son las que se acristalan.
Una manera de proceder investigada en algunas obras de Jacobsen o Souto de Moura. El proceso de trabajo comienza con la utilización de perfiles de aluminio para realizar las maquetas, un sistema que genera un número de combinaciones infinitas.
Este trabajo produce una suerte de laboratorio de tizas donde los límites están muy claros.
En el caso concreto de la N160 se retoma un tipo ampliamente explorado en el que el espacio central se destina a la zona de día como si se tratase de una amplia terraza biapoyada en otros dos volúmenes en los que se encuentran las habitaciones. Variaciones de esta distribución aparecen en obras de Alejandro de la Sota, o en la propia vivienda de Gordon Bunshaft. Una tipología conocida que no deja de sorprendernos.
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