Un parque dividido por una escalera, un lugar con una visión privilegiada de la ciudad, un clima extremo en ambos sentidos, una tradición mudéjar, un pinar, una era, un herbazal, un acueducto, una arqueta… estos son los ingredientes que encontramos en el lugar.

Una tradición mudéjar que va más allá del uso de determinados materiales basada en una filosofía religiosa («solo el rostro de Dios permanece») que genera construcciones perecederas y unitarias. Siguiendo esta referencia construiremos nuestro parque con agua vegetación y acero

Dos parques unidos por una escalera, dos espectáculos. En el parque de Invierno contemplaremos el perfil nevado de la ciudad enmarcado sobre los reflejos de un navajo. En verano un auditorio construido con vegetación, nutrida por un curso de agua, define un lugar donde grillos y chicharras darán sus conciertos.

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